muy querido mío
heme aquí que yazgo
esperando
entre anhelos y soledades pues
aún nos queda ese último trago
celebrar el baile de fin de curso
brindar
cual truhanes de la esquiva noche
por nuestros viejos
y añorados tiempos
recorrer licores tascas y humos
lanzarnos todos los te quieros
habidos y por haber
-abrazos de temprana urgencia-
llorar mujeres
que partieron allende el mar
- a aquellas que no las salva
ya ni la memoria-
cantar a la luna maldecir al diablo
reír como sólo puede reír
un anciano enfermo
los dos codo con codo
por el malecón
como entonces
cuando ebrios de amores
y alcohol
no veíamos ni de cerca ni de lejos
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