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lunes, 31 de diciembre de 2012

tres poemas para Noni


















Demasiado corazón

Porque no sabía odiar
La admiraba
Y la seguiré admirando

La enfermedad la destrozó
Por dentro y por fuera

Pudo haber muerto
Aborreciendo la vida

Pero se fue
Con el corazón intacto



            ****



Silencio

Inseparable del silencio
Siempre
El sonido de tu voz



            ****



Quité las cortinas para lavarlas
Y el invierno se compadeció de mí

Entraste a raudales por la ventana

jueves, 27 de diciembre de 2012

cuando se despertó. Erich Fried


















Catherine se acuerda
de algo que
le recuerda algo
pero al principio
ni qué
ni de qué

Luego sabe
que fue un olor
y luego
un olor que le
recuerda a Navidad
pero no era
un olor a abetos o velas
y seguro que tampoco
un olor a pasteles y galletas

Sino ¿qué?
Sino el olor a jabón
El olor de un líquido
que ella y su hermano
recibieron en Navidad
para hacer enormes pompas de jabón

Ahora el recuerdo
ha vuelto
enorme
y muy redondo
y se refleja en él su cara de niña
irisada
y luego revienta




Erich Fried. Es lo que es. La Poesía, señor hidalgo. Barcelona. 2006

miércoles, 26 de diciembre de 2012

pruebas. Lawrence Sail
















Eliminar hojas, el zumbido de las tardes largas, luz.
Poner en negrita el agarrón de la escarcha, noches negras.
Recomponer ventarrones del bosque, mares empinados como escaleras.
Poner en bastardilla las punzantes pendientes de la lluvia.
Cancelar corrección mundo asesino, centro de la desesperación.
Sangrar: en el principio, comenzar de nuevo.

Insertar un asterisco en Belén.
Reemplazar caracteres dañados por reyes magos.
Sustituir establo por posada, pesebre por cama.
Trasponer caviar y corteza, pez y anzuelo.
Realinear la esperanza, apreciar al hambriento y al muerto.
Imprimir: pesa en tu mano el libro en capullo de la primavera.




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sábado, 22 de diciembre de 2012

sueño después de la guerra. Zabier Hernández

















Una noche
Atrincherado en las ansias
Adormilado por la respiración del otro
He soñado con el rostro de una niña
De pelos rizados color negro como sus ojos
Mirada triste que busca.

La vi jugando a las escondidas
Con un padre imaginario
La vi correr detrás de una flor que volaba
             Y también la vi llorar.
Tapando sus lágrimas con sus manitas sucias
De tierra inocente y fértil

Después de la guerra
Al alba del desahogo
En la intranquilidad fantasmal de los recuerdos 
He despertado cazando mariposas
En un jardín destrozado.

Al otro lado de una muralla de orquídeas fosforescentes
Ella
La niña de mis sueños
Desde el lado de los vencidos
               Me dice papá.



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miércoles, 19 de diciembre de 2012

presentando Olvidar el Olvido en Sputnik

Gracias a Xavier, Juli y Jauma, los tres socios propietarios de Sputnik,  por hacer posible que algo tan necesario se haya hecho realidad en esta zona de la isla alejada de Palma.


domingo, 16 de diciembre de 2012

Jamestown revisitado. Karenne Wood



























A la manera de Wendy Rose. 
(Al ser invitada a una reunión en el sitio de la Colonia de Jamestown, donde la gente 
de la iglesia  deseaba disculparse con los indígenas de Virginia por todo lo sucedido desde 1607). 



Aquí vienen de nuevo,
inquiriendo. Advierten
que nada tenemos
para dar, hemos dado
como la tierra, nuestras
montañas asoladas
con negros venenos híbridos
elaborados de tabaco.

Ustedes nos disponen en su
plataforma como esculturas.
Podrían arrepentirse ante nosotros,
llorar entre sus ropas por algo
como un emotivo programa
de debate, para absolverse casi
cuatrocientos años, y después
regresar a casa a cortar el césped.

Ustedes no son quienes
quemaron nuestros cultivos de maíz
nos dieron cobijas infectadas
politiquearon, robaron, violaron o
intercambiaron ron. Ustedes no son
los que preguntan cómo puedo ayudar,
los que ofrecen su trabajo a los indígenas,
o incluso votan por salvar el planeta.

Nosotros no somos quienes
perdieron a sus hijos congelados en el río,
cuyas madres cargaban balas
cuyos padres dejaron corazones
en este suelo. No fue sobre nosotros
que se dijo, no tienen 
ni los derechos de los perros 

Nosotros somos palabras
de lenguas que nadie se atrevió a hablar. Somos
sin nombre, nombrados por otros;
mulatos y mestizos
de Virginia. Somos piedras blancas
y pedazos de hueso, alfarería
sumergida en rojo barro, vidrio negro

como puntas de lanza encontradas aquí,
obsidianas extraídas entre las tribus
que vivieron miles de kilómetros al
oeste. Somos refranes de nuestros
abuelos, canciones que flotan en
el viento nocturno con nuestros sueños.

Ahora ustedes nos llaman remanentes:
lo que queda de una tela
cuando la mayor parte se gastó.
–Ustedes no tienen memoria–
nos desplomamos sobre
cicatrizadas rodillas y dijimos
que no había más que dar.

Ustedes preguntan de nuevo,
¿Aceptaremos sus disculpas?
Un viento del suroriente
les responde. Nuestras orejas
no son visibles. Los labios no son
visibles…
O, somos los huesos
de lo que ustedes olvidan, de lo que
ustedes pensaron eran sólo mentiras…

Sólo nuestros ojos miran alrededor.
Ojos tono tierra, ojos del
bosque, ojos de cumulonimbo, ojos
salpicados de oro, ojos
como la obsidiana, ojos que
ven directamente a través de ustedes.




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sábado, 8 de diciembre de 2012

muerte repentina. Ahmed Abdelmoti Hegazy



















Escribí mi número telefónico,
Mi nombre y mi dirección;
Si de repente muero
Mis amigos vendrán y me identificarán.

Imagino lo que pasará
Si no vienen.
Me quedaré en la morgue dos largas noches,
Temblarán los fríos alambres del teléfono en la noche,
Sonará el timbre,
Sin contestación... una... dos veces.

Alguien le dirá a mi madre que estoy muerto.
Mi madre, -triste campesina-
¡Cómo caminará sola en la ciudad
Mi dirección en su mano!
¡Cómo pasará la noche a mi lado
En el silencioso salón,
Vencida en su soledad,
Consolada en la reclusión de su dolor,
Sola, meditando
Sobre sus penas ocultas,
Tejiendo mi mortaja con negras lágrimas!

Quisiera que mi madre hubiera tatuado el brazo de su hijo
Para que yo no me extraviara,
Para que no traicionara a mi padre,
Para que mi primera cara no se escondiera bajo la segunda.
Cuando veo a hombres y mujeres salir en silencio
Después de pasar dos horas conmigo
Sin cruzar mirada alguna, sin contemplar otras escenas,
Cuando veo que, en la vida, no hay locura
Y sobre nosotros vuela el pájaro de la quietud,
Siento como si de verdad estuviera muerto y yaciera en silencio
Contemplando este mundo agonizante.




Tradución del inglés de Claire Pye.

http://www.festivaldepoesiademedellin.org




lunes, 3 de diciembre de 2012

la advertencia. Euler Granda





















Un día
le regalan a uno
una palabra
y uno la pone al sol,
la alimenta,
la cría,
la enseña a ser bastón,
peldaño,
droga anticonceptiva,
garra,
analgésico,
brecha para el escape
o parapeto.
Uno le saca música,
la pinta,
la vuelve más pariente
que un hermano,
más que la axila de uno.
Uno la vuelve gente
y en los instantes débiles
hasta le cuenta
las cosas subterráneas de uno;
pero cría palabras
y un día te sacarán los ojos.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

quieren paz. Aharon Shabtai


























Quieren paz pero el deseo se les ha extraviado, como espejuelos,
como un lente blando de contacto que se cayó bajo el lavamanos y lo pisan
con sus tacones porque creen que está en la repisa bajo el espejo junto al
desodorante. Quieren pero su deseo es como una pinga que no se para
aunque se sienten en el borde del baño y la froten durante una semana.
Y su solución es engullir chocolates pues tienen buen
apetito. Mas no saben lo que es el deseo, lo que significa anhelar
en libertad, con pensamiento, con propósito, y con cada músculo,
una potente voluntad que hincha los pantalones. Dicen que “quieren” pero
la palabra es como aquellos que al ser perseguidos se ocultan tras de otros,
sin embargo ellos son los perseguidos, los que se esconden de las palabras. Se
levantan del borde del baño y se ocultan en el closet. Cada uno se aposenta
en una cajita y se viste de votante, jefe de estado, oficial,
experto en seguridad, erudito, animal disecado en la T. V. Hay cajas
dentro de cajas dentro de cajas. Quieren paz, pero se esconden del querer,
se esconden del conocer. Están acostumbrados sólo al porno, sólo conocen
el coño por fotografía en papel cromo. No saben lo que es la paz, cómo se toca la paz,
cómo penetrar la paz tangible; es decir, suavemente,
con respeto, estremecimiento, goce. Cada semana se les muestra un montón de
manzanas podridas, y sacan la cabeza de sus cajas y soplan sus cornetas
a la paz. Pero siempre son las mismas manzanas con gusanos. La paz es
despreciada,
repulsiva, pútrida, y se ven obligados a taparse las narices. Quieren paz
pero no tienen lujuria de la paz, ni pueden compartir la alegría de algo con
alguien,
sólo hambre. Durante años les ofrecieron basura. Y ahora nadie los va
a engañar. Reclaman comida de verdad, el gran botín, pero no con
un rifle de caza. Lo quieren con bombas, artillería, y helicópteros. Habrá
mucha carne ahora en la barriga, en el congelador, y en el sótano. Viven
en cajas; y por lo tanto es necesario concentrarse en la subsistencia, además.
Encierran a los árabes por millares en jaulas, como pollos.
Quieren paz y la paz es algo comestible, una comelata.
Los picos de los árabes serán cerrados, dejarán crecer la cresta.
La paz guiará a la economía, la paz `proporcionará un montón de carne, incluso
para la exportación. La paz llenará la canasta con muchos, muchos, muchos
huevos.






Traducción de Omar Pérez

http://www.wpm2011.org








lunes, 19 de noviembre de 2012

un poema de Rachel Tzvia Back






(Fábula del medio oriente y canción de cuna)

A los niños les faltaban miembros
En la región de las arenas del sur les faltaba:
una pierna un pie un brazo
envié a mis niños del norte a buscar 

La luna era llena los senderos blancos
la noche estaba tranquila
apenas agitada por las agudas voces de mis hijos
saltando sobre las piedras en las secas quebradas:

Cazador cuerno baya y ave,
Cazador cuerno baya y pez.
Cazador trébol nuez y pájaro,
Susurra un secreto, pide un deseo.

Daniel iba primero
decía no tener miedo y llevaba
a su hermano de la mano
Bajo un olivo se detuvieron
para comer golosinas preparadas por mí y jugar
a los ecos y a las bellotas
Cazador cuerno baya y ave,
Dime, niño, ¿qué has escuchado?
El cielo en el crepúsculo es más rojo que el rojo

Y mantos de búfalo serán tu lecho.

En la región de las arenas del sur
bajo blancas sábanas almidonadas
los niños intentan alcanzar
doloridas piernas que faltan 

y las convocan a dejar atrás
el afiebrado cuerpo

Juega a escondidas en trébol de búfalo,
Te despertarás niño, cuando la caza acabe
Cazador cuerno baya y ave,
No me cuentes más lo que has escuchado.

Mis hijos fueron a buscar
miembros que otros niños ya no necesitarían
mis niños hermosos volvieron
abochornados
con las manos vacías



Traducción de Omar Pérez

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domingo, 18 de noviembre de 2012

dos poemas de Ghassan Zaqtan






 ALMOHADA

Habrá tiempo todavía
para decirle,
Madre,
buenas noches,
regresé
con una bala en la cabeza
he ahí mi almohada
quiero echarme
y descansar.
Si la guerra
alguna vez toca la puerta,
diles: está descansando.


GUÍA

Nos señaló…
este camino.
Y desapareció
en el derrumbe de las casas
después de la explosión
sus dedos en la grieta en la pared
todavía señalando:
por aquí…
por aquí.



Traducción de Omar Pérez

 http://www.wpm2011.org

martes, 13 de noviembre de 2012

tres muros para la sala de tortura. Muin Basisu















Al alba

Yo resistiré...
Mientras haya en el muro una página en blanco
y no se derritan los dedos de mi mano.
Aquí, alguien pulsa
un mensaje a través del muro.
Nuestros hilos se han convertido en nuestras venas,
las venas de estos muros.
Toda nuestra sangre se derrama
en las venas de estos muros...
Un mensaje a través del muro:
Ellos han cerrado una celda,
han matado a un prisionero,
han abierto otra celda
y han llevado a un prisionero...




A mediodía

Ellos me han puesto delante el papel,
me han puesto delante el lápiz,
me han puesto en la mano la llave de mi casa.
El papel que han querido manchar
ha dicho: ¡Resiste!
El lápiz cuya frente han querido mancillar en el barro 
ha dicho: ¡Resiste!
La llave de la casa ha dicho:
En nombre de cada piedra
de tu humilde casa ¡Resiste!
Un golpe en el muro
es el mensaje de una mano rota
que dice: ¡Resiste!
Y la lluvia cae
golpeando el techo de la sala de tortura.
Cada gota grita: ¡Resiste!




Al ponerse el sol

Nadie está conmigo,
nadie oye la voz de este hombre,
nadie lo ve.
Cada noche, cuando los muros
y las puertas se cierran...
él sale de mis heridas sangrantes
y camina por mi celda.
Soy yo.
Es como yo.
Le veo de niño
y con veinte años.
Es mi único consuelo,
mi único amor.
Es la carta que escribo cada noche
y el sello para el amplio mundo
y el pequeño país. 
Esta noche lo he visto
saliendo de mis heridas
sombrío, torturado, triste,
caminando en silencio, sin decir
nada, como si dijera:
No me volverás a ver si confiesas,
si escribes...




Traducido del árabe por Maria Luisa Prieto


http://www.poesiaarabe.com/muin_basisu.htm


sábado, 10 de noviembre de 2012

la ceguera de los estadounidenses. Linh Dinh; sí hay futuro. La Polla Records

Copiad el enlace si queréis leer entero el artículo.


http://www.rebelion.org/noticia.php?id=158900




Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Los estadounidenses han votado más de lo mismo, no porque reeligieran a Obama, sino porque fueron a votar. Como era de esperar, los dos candidatos de las corporaciones y la guerra eterna obtuvieron casi todos los votos, los libertarios ni siquiera el 1%, y el Partido Verde menos de un 0,25%. Aunque no fue culpa propia, los candidatos alternativos casi no obtuvieron cobertura en los medios y pocos fondos, pero su pésimo resultado será presentado por los medios corporativos como un reflejo del valor insignificante de sus ideas.

(....)



La temporada universitaria de baloncesto comenzará con un partido en un portaaviones, no estoy bromeando, y otro en un hangar de la Fuerza Aérea en Alemania. Los jugadores se pondrán uniformes de camuflaje diseñados por Nike. El monstruo corporativo militarizado ha infiltrado cada aspecto de la vida de EE.UU., por lo tanto no te sorprendas si te despiertas mañana junto a un héroe traumatizado y amputado, un cadáver o un millón de cadáveres. Millones de cadáveres.

No obstante, los estadounidenses son ciegos ante los cadáveres. No ven ningún cadáver, ni siquiera los que están cubiertos por su propia bandera. Preguntad a quienes conozcáis cuántos soldados estadounidenses han muerto en Irak, por ejemplo, me sorprendería que uno de cada diez se arriesgarse a dar una cifra aproximada. ¿Sabéis? Preguntad a la misma gente el número de la camiseta de Kobe, el récord de los New England Patriots o el año de nacimiento de Lady Gaga.




Fuente: http://www.counterpunch.org/2012/11/07/america-the-blind/









Un mundo entero se quema a sí mismo
Al hacer pomadas pa' sus quemaduras
Un árbol que arde, de él sale papel
Para que se escriba: "el árbol ardió"

Los hombres trabajan pa' poder vivir
En fábricas de armas que los matarán
Ciudades del futuro, tumbas de los vivos
Vivos del futuro, muertos en ciudades 

Si hay futuro, si hay futuro, si hay futuro...
Lararararara, larararara...

Políticos locos guían a las masas
Que les dan sus ojos pa' no ver que pasa
Aún con tu ceguera verás a los listos
Contar su dinero; listos, ¡pero muertos!

Si hay futuro, si hay futuro, si hay futuro...
Lararararara, larararara...

viernes, 9 de noviembre de 2012

en medio del ruido. Pedro Granados







En medio del ruido. En medio de las imágenes
asociadas a estos ruidos. Imágenes que empapelan
poco a poco esta soledad. Imágenes de mis
semejantes de esta hora: negros, latinos, gringos
pobres que acuden a su laundry dominical en
Pawtucket. Imágenes asociadas a mis semejantes -
para los ojos de unos y de otros-, imágenes de
panteras, de ovejas, de anfibios, de ángeles
anónimos. En medio del ruido. Entre la voracidad
de los tragamonedas y el vapor de la atmósfera.
Entre la distinta población de ángeles que se
aglomeran a contemplar la escena. Hombres y
ángeles hipnotizados ante las máquinas que giran y
giran sin cesar. Calcetines azules, bragas verdes,
toallas amarillas, sábanas percudidas puestas a
menearse sin tregua. Consumo barato. Carne de
cañón. Astronautas expertos en este vertiginoso
laundry de Pawtucket.

lunes, 5 de noviembre de 2012

poemas del polígono industrial (5). Antonio Rigo






Este poema ya fue publicado por David de San Andrés, el  14 de junio de este año, en su magnífico blog Hasta los gatos acaban por suicidarse, pero me gusta tanto que quiero compartirlo con quienes no lo hayáis leído en el blog de David  (que probablemente seréis pocxs porque tiene muchxs seguidorxs).






Paso el día en el taller
con el papel donde escribiste tu nombre
en el bolsillo superior del mono,
a veces me paro y lo saco
lo despliego lentamente (cuando le da el aire
a tu nombre, veo tus ojos) y leo todas las letras
en idiomas inventados al instante,
nadie conoce mi riqueza y
ordeno trabajos
contesto teléfonos
dicto correspondencia
sabiéndome dueño del sol.
A última hora mi hermano me ha preguntado si era feliz.
Sí.




Antonio RigoMasticando adelfa. Obra reunida 1991-2011. Ediciones La Baragaña. Palma de Mallorca. 2012








viernes, 2 de noviembre de 2012

sólo de lo negado canta el hombre. En memoria de Agustín García Calvo (canta Amancio Prada)





Para Cláudia, con cariño, que me acaba de anunciar el fallecimiento del maestro




Sólo de lo negado canta el hombre,
sólo de lo perdido,
sólo de la añoranza,
siempre de lo mismo.

Cuando cerró para siempre el huerto
la cancela de espinos,
entonces inventó la queja de la lira,
la flauta del suspiro.

Y desde entonces sólo canta
en su torre el cautivo,
a su rueca la esclava,
el desterrado en el navío.

De la jaula aletea y sangra
el pájaro desconocido;
salir quiere y no puede:
su jaula es él mismo.

Y por eso el minero canta,
por un sol de oro limpio;
canta el pobre, la pena canta;
no canta el rico.

Entre las piernas de la amiga,
vida busca el amigo,
y se encuentra con un tesoro,
de verdes ojos fríos.

Y así es como canta el hombre,
por su niño antiguo,
y la boca sin pan y sin besos
y el cielo vacío:

siempre de la añoranza, de lo negado,
de lo perdido;
siempre de lo de otro,
nunca de lo mío.



Agustín García Calvo



De su libro Canciones y soliloquios, Editorial Lucina, Zamora, 2ª edición, 1982 (1ª edición en La Gaya Ciencia, 1976)




jueves, 1 de noviembre de 2012

poemas del polígono industrial (4). Antonio Rigo






















Cuando nos haga la visita
que tiene anunciada
el inspector de hacienda
le enseñaré este libro de poemas
por si pudiera hacer algo
al respecto.



Antonio RigoMasticando adelfa. Obra reunida 1991-2011. Ediciones La Baragaña. Palma de Mallorca. 2012

miércoles, 31 de octubre de 2012

para Noni, que hoy habría cumplido 48 años. Annabel Lee. Edgar Allan Poe











Hace de esto ya muchos, muchos años,
cuando en un reino junto al mar viví,
vivía allí una virgen que os evoco               
          por el nombre de Annabel Lee;
y era su único sueño verse siempre
por mí adorada y adorarme a mí.

Niños éramos ambos, en el reino
junto al mar; nos quisimos allí
con amor que era amor de los amores,                 
             yo con mi Annabel Lee;
con amor que los ángeles del cielo
envidiaban a ella cuanto a mí.

Y por eso, hace mucho, en aquel reino,
en el reino ante el mar, ¡triste de mí!,
desde una nube sopló un viento, helando

para siempre a mi hermosa Annabel Lee

Y parientes ilustres la llevaron                    
          lejos, lejos de mí;
en el reino ante el mar se la llevaron
hasta una tumba a sepultarla allí.

¡Oh sí! -no tan felices los arcángeles-,
llegaron a envidiarnos, a ella, a mí.
Y no más que por eso -todos, todos
en el reino, ante el mar, sábenlo así-,
sopló viento nocturno, de una nube,
robándome por siempre a Annabel Lee.

Mas, vence nuestro amor; vence al de muchos,
más grandes que ella fue, que nunca fui;
y ni próceres ángeles del cielo
ni demonios que el mar prospere en sí,
separarán jamás mi alma del alma                        
                 de la radiante Annabel Lee.

Pues la luna ascendente, dulcemente,
tráeme sueños de Annabel Lee;
como estrellas tranquilas las pupilas
me sonríen de Annabel Lee;
y reposo, en la noche embellecida,
con mi siempre querida, con mi vida;
con mi esposa radiante Annabel Lee
en la tumba, ante el mar, Annabel Lee.



Versión de Carlos Obligado



lunes, 29 de octubre de 2012

saco de huesos. Dunya Mikhail




















¡Qué buena suerte!
Ella ha encontrado los huesos de él.
La calavera está también en el saco.
El saco en su mano
como todos los otros sacos
en todas las otras manos temblorosas.
Los huesos de él, como miles de huesos,
en la fosa común,
su calavera, no como cualquier otra.
Dos ojos o agujeros
con los cuales él vio mucho,
dos oídos
con los cuales él escuchó la música
que contó su propia historia,
una nariz
que nunca conoció el aire puro,
una boca, abierta como un abismo,
no era como cuando él la besó
allí, silenciosamente,
no en este lugar
ruidoso con calaveras y huesos y polvo
exhumados con preguntas:
¿Qué significa morir toda esta muerte
en un lugar donde la oscuridad ejecuta todo este silencio?
¿Qué significa encontrar a tu amado ahora
Con todos estos lugares huecos?
¿Devolver a tu madre
con motivo de la muerte
un puñado de huesos
que ella te había dado
con motivo del nacimiento?
Partir sin muerte o certificado de nacimiento
porque el dictador no da recibos
cuando se lleva tu vida.
El dictador tiene una calavera también,
una enorme.
Que resolvió por sí misma un problema matemático
que multiplicó una muerte por millones
y el resultado fue la nación.
El dictador es el director de una gran tragedia.
Él tiene una audiencia, también,
una audiencia que aplaude
—hasta que los huesos empiezan a sonar—
los huesos en los sacos,
el saco lleno finalmente en la mano de ella,
a diferencia de su vecina decepcionada
que no ha encontrado aún lo suyo.



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miércoles, 24 de octubre de 2012

en busca de la medianoche. Nathalie Handal
































Él besó mis labios a la medianoche
Yo lo permití
Él me quitó la blusa
Yo lo permití
Él me quitó el brassier
y tocó mi seno
Yo lo permití
Él me quitó los pantalones
Yo lo permití
Me quitó mis prendas íntimas
y me miró, de pie
en este cuarto extraño, oscuro
blanco y negro.
… Yo lo permití
Una pequeña luz se desvaneció
en la ventana
vi brevemente
la ciudad donde vivimos,
pero no conocemos…

Luego él se equivoca
al pronunciar mi nombre
y yo lo detengo…
Le pregunto si alguna vez
ha sido exiliado o encarcelado
si alguna vez ha enviado
cartas a una mujer antes
amada pero que jamás
habrá de ver otra vez
si piensa que se puede regresar
a un amante aún si
el amor ya no fuera posible
una segunda vez,
le pregunto si acaso
había asaltado una pequeña tienda de víveres
o robado el pan de un campesino,
o si acaso había cruzado
los mares, costas y montañas
aún incapaz
de llegar…

Él responde:
En mi país, no pronuncié
mi nombre correctamente
y entonces fui torturado,
en la línea del enemigo, no pronuncié
mi nombre correctamente
y fui exiliado
al llegar, no pronuncié
mi nombre correctamente
y me dieron nuevos documentos…
Ya ves. Un corazón que busca la medianoche
es solo un corazón, todo lo demás es igual,
excepto lo que espera el otro…




http://www.festivaldepoesiademedellin.org





lunes, 22 de octubre de 2012

poemas del polígono industrial (2). Antonio Rigo























Notas del encargado, 3


Importante:
no juzgues jamás a un tipo por su pinta
sino por el estado de su camión,
neumáticos gastados y soledad
tienen el mismo significado.


Antonio Rigo. Masticando adelfa. Obra reunida 1991-2011. Ediciones La Baragaña. Palma de Mallorca. 2012



miércoles, 17 de octubre de 2012

poemas del polígono industrial (1). Antonio Rigo



























Lunes cambio de aceite
Martes reapriete de culata
Miércoles esmerilar válvulas
Jueves inyectores y bomba de inyección
Viernes grupo diferencial y recogida de algodones
Sábado de gloria y
Domingo de resurrección



Naturaleza

Los restos de fango que dejan
-cuando ha llovido o llueve-
los neumáticos de los camiones
sobre el piso del taller
lo más cerca que estoy
-algunas veces y oscuro-
de la naturaleza.



Antonio Rigo. Masticando adelfa. Obra reunida 1991-2011. Ediciones La Baragaña. Palma de Mallorca. 2012

domingo, 14 de octubre de 2012

dos poemas de Humberto Ak'Abal





















RECUERDO

De vez en cuando camino al revés:
es mi modo de recordar.

Si caminara sólo hacia adelante,
te podría contar
cómo es el olvido.



DOS LÁGRIMAS

Cuando nací
me pusieron dos lágrimas
en los ojos
para que pudiera ver
el tamaño del dolor de mi gente*.




http://www.angelfire.com/stars2/musica/akabal.htm


*Humberto Ak'Abal nació en Guatemala y pertenece a la etnia Maya K'iche




sábado, 13 de octubre de 2012

virus de la escritura. Kamran Mir Hazar


















1.

Los virus de la escritura
Y los laberintos electrónicos
Con apagones y sin computador
En una casa rentada, a siete mil por mes;
Kabul, la capital afgana
¿Qué tonto poema es éste? 
Te preguntas ¿son poesía las palabras solitarias que vagan por corredores electrónicos,
Cercenadas de su existencia,
Arrojadas lejos, sin ninguna alternativa excepto la de convertirse en poema?
Miras a la imaginación vagando a través de senderos, por senderos
Tiras la correa sobre otra palabra todavía,
Tratando de dominar a esa salvaje,
Y si fracasas,
Dejas de funcionar,
Como un computador colapsado.


2.

Había alguien, alguien que escribía virus
Detrás de un computador portátil de energía diesel Buscando URLs 
Un correo anónimo se enviaría
Para conectarte a un sitio infectado;
“Soy de Florida, Estados Unidos, tengo 23 años de edad,
Busco a alguien que siga el link y sea feliz”;
¿Abrir el correo y hacer feliz a alguien?
Primero, detén los programas;
Pasando por seguridad, escribiendo 97, 98, 99,
Haciendo próxima la muerte del romance entre cero y uno.

Un escritor de virus bebió media botella de cerveza de un solo trago;
Luego, mueren computadores;
Primero al este de París, una casa,
Australia, tres minutos después,
Un hombre espera los últimos minutos afuera de una oficina de cambio
Necesita llegar a casa;
Una fiesta va a comenzar en media hora;
Filipinas, minutos más tarde,
Una chica de 19 años En una sala de chat,
Exhibe un cuerpo usado;
En Egipto, más o menos al mismo tiempo, 
Y a la mañana siguiente, Kabul.


3.

Usted, y usted, también usted,
Sí, usted y usted también,
¡Todos están arrestados!


4.

Me dicen, ¡para de escribir!
Escribe y te mostraremos a Guantánamo en casa,
Escribe y te mataremos. Kabul, verano 2007
Manos esposadas, pies atados;
Éste es Afganistán, y éste de aquí adonde va a llegar,
Cadáveres sobre cadáveres.
El poema no tiene alternativa sino dejar de escribirse a sí mismo.
Ésta es la prisión.


5.

Le preguntaron a un gorrión de Kabul
¿En resumen, qué trama la humanidad?
El gorrión meditó sobre esto y ¡se murió!



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jueves, 11 de octubre de 2012




















Cumplo 51 años,
abro la ventana y
respiro el árbol
abro la ventana y
beso la flor. Nada.
No sucede nada.
Hay un no sé qué
extraño, preciso e
implacable ¿La muerte?
¿El amor? ¿Un poema?



Antonio Rigo. masticando adelfa. OBRA REUNIDA 1991-2011. Ediciones La Baragaña. Palma de Mallorca. 2012


miércoles, 10 de octubre de 2012

el loco. Yannis Ritsos







El carro, parado frente al mar,
cargado de seis barriles de hierro, rojos,
y otro más de un estupendo verde.
                         El caballo
pacía en el prado. El cochero
bebía en la taberna.

                 El loco de la isla
se detuvo en el muelle, y gritó:
"¡­Con este verde os venceré!"
Y señaló el último barril, sin tener ni idea
de su contenido o de quién fuera. 



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jueves, 4 de octubre de 2012

               



  












CV


Cuando ella aún vivía,
Salíamos, cogidos del brazo,
Y contemplábamos los olmos
Que crecían en el terraplén
Delante de nuestra casa.
Sus ramas estaban entrelazadas.
Sus copas rebosaban de hojas
Primaverales, como nuestro amor.
El amor y la confianza no bastaron
Para invertir la marcha de
Las ruedas de la vida y la muerte.
Se esfumó como un espejismo.
Una mañana se fue, como un pájaro,
Entre los blancos lienzos de la muerte.
Ahora, cuando el niño que dejó
Como recuerdo la llama llorando,
Lo único que puedo hacer es
Cogerlo y abrazarlo torpemente.
Nada puedo hacer para remediarlo.
En nuestra alcoba las almohadas
Siguen una junto a la otra,
Como en tiempos yacíamos nosotros.
Me quedo ahí sentado y dejo
Que los días pasen hasta obscurecer.
De noche permanezco despierto
Y suspirando hasta el amanecer.
Sé que, por mucho que la llore,
Nunca jamás volveré a verla.
Me dicen que su espíritu podría
Merodear por el monte Hagai
Bajo las alas de las águilas.
Avanzo a duras penas por
Sus faldas y subo hasta la cumbre
Sin olvidar ni por un instante
Que nunca volveré a verla,
Ni aun cual leve temblor en el aire.
Toda mi añoranza y todo mi amor
Nunca lograrán hacerlo posible.


                                         
                                          HITOMARO



Kenneth Rexroth, Cien poemas japoneses. Gadir. Madrid. 2007