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martes, 31 de agosto de 2010

Hay un Dios que adorar (Koulsy Lamko, Chad)

¡libertad!, Koulsy Lamko Dadouar











Alegoría de la libertad , 1937
María Izquierdo



¡LIBERTAD!


Una mañana se nos anunció
Entre dos ráfagas, dos metrallas
Tu casta, tu nacimiento milagroso
Jamás habías sido concebida
¡Mas no quedó por eso!

Esa mañana se nos dijo Libertad
Que eras en fin parte del jaque
Donde todos los peones son pintados de bermejo
Y degradados escarlata, violeta, negro sangre coagulada
En fin parte del juego de cartas
Donde reyes reinas y lacayos
Nadan en una piscina
En que flotan cabezas, brazos, cerebelos
Testículos y pedazos de senos
En una sopa de cebolla
Sagradamente condimentada con especias
De la Fábrica “dios es glorioso”

El almuédano gritó sus borborigmos
La campana agitó frenéticamente su glande

Esa mañana se nos dijo Libertad
Que no eras ni oro ni plata ni petróleo ni uranio ni cacería de hombres ni laberinto de prisiones subterráneas donde se emascula las vergas de los hombres con la espina de cactus donde se masturba a las mujeres con la ascua de cigarrillo donde se ata el dedo del pie al dedo de la mano en indescriptible postura de Kama-Sutra o de pescado ahumado.

Aquella mañana, se nos anunció
Que nos eras ofrecida
Como si fueras un platillo de saltamontes salados
Para embriagarnos en el Bar Charbon
Para acompañar nuestras cervezas espumosas

El almuédano había gritado sus borborigmos
La campana, su glande agitado frenéticamente

Aquella misma mañana



Traducción de Araceli Zuleta Zarco

lunes, 30 de agosto de 2010

Astor Piazzolla - Adiós Nonino (Live in Montreal 1984) [HQ]



Salida

1

Toda puerta de salida es a su vez una puerta de entrada
Entro y salgo de mí

en ti


Te arropas en la cama, hasta la cabeza. Después te descubres un poco (desconfiado, nervioso), sacas un brazo, coges el móvil de la mesita de noche, le levantas la tapa (su luz azulona destiñe la negrura a tu alrededor, destacando las cosas como bultos fantasmales) y alzas la vista: SALIDA, lees el cartel fotoluminiscente que hay sobre la puerta de tu dormitorio. “Pero, ¿por qué duermo solo? ¿Dónde está mi mujer…? ¿Dónde están mis hijas y los perros?”, te preguntas. Miedo y miedo al miedo. Un olor dulce y nauseabundo, mezcla de fruta podrida y animal en descomposición, va corrompiendo la atmósfera lentamente. Fonemas eléctricos (parásitos encadenados) te roen el cerebro y giran continuamente buscando una salida. Se distorsiona tu imagen, se despieza. No hay tiempo de escapar de ni de ocultarse en, de la poesía no queda ni la prosa.


2

Suena el despertador. Despierto. Mi mujer duerme a mi lado. La habitación, en semipenumbra; quietud, débil luz filtrada y viento lastimero que se cuela por entre las rendijas de la persiana: densidad de la vida que también se acaba mientras dormimos. Amanece. Hace un día para que me quieran como si hubiera vuelto de un letargo profundo, como si hubiera revivido. Un día para no salir de la cama, para que me susurren, a un tiempo, en ambos oídos; un día (risa lacerante, dolor suave) para atrapar la belleza entre las sábanas.






“… y encima de una de las puertas tapadas con cortinas de terciopelo rojo
de Harry’s hay un cartel, y en el cartel, con letras que hacen juego con el
color de las cortinas, están las plabras ESTO NO ES UNA SALIDA.”
AMERICAN PSYCHO, Bret Easton Ellis

domingo, 29 de agosto de 2010

pedacito de papel al viento




Realismo

1

Entras en casa, tus dos perros se arrojan a tus pies, llorando y diciéndote que tienen alma. Besas a tu mujer y a tus hijas. Ya es de noche. Hace frío. El invierno está siendo demasiado largo. Deberías de estar contento al volver a la redondez del hogar -aunque aristada de microscópicos reproches- tras la agotadora jornada de trabajo... Y lo estás, a tu manera, pero piensas que sería mejor dejar de ser; morir no: esfumarte. Al principio, una de las cosas que más te gustaba de tu compañera era que no te tomara nunca en serio, que se riera en tu cara de tus estupideces; pero te cansaste de eso (supongo que siempre acabamos por cansarnos de todo), pues hace ya mucho tiempo que dejaste de reírte de ti mismo hasta el ensañamiento. Ella se levanta por las mañanas animada y contenta, pese a que madruga para hacer las faenas de la casa antes de irse a trabajar. Es su vida; no tiene otra… Se conformaría con que todo siguiese igual… No sabe de poesía porque está dentro de la poesía; no teoriza la vida: vive; no es brillante: brilla. Es tu mujer, aunque a veces te parezca una extraña. Mientras recoges la ropa tendida, en la azotea, miras absorto las luces del pequeño puerto natural que está enfrente de tu vivienda. Te duele tanta belleza, tanta felicidad fugaz.

2

Cenáis solos, las hijas se han comido una pizza antes, en sus habitaciones, mientras chatean en el ordenador o ven cualquier reality estúpido en la tele. Conforme masticas la cena, te invade la misma rara ansiedad que cuando columpiabas a tu hija pequeña, un domingo, en un parque: Hiciste la digestión bajo un sol dulce y aburrido. Aparentemente, en esas atmósferas suaves no suele suceder nada. Ofuscación del intelecto. Nos confiamos, ya ves. Anhelabas huir -después de matizarse el aire, bruscamente, de un tono más opaco- tras un papelillo que era arrastrado por un repentino soplo. Entretanto tu hija gritaba, agudamente, por enésima vez: “¡Una vez más papá!, ¡colúmpiame una vez más!, ¡te prometo que será la última...!”. El sonido de la lluvia, unas veces plácido y otras enérgico, es vuestra conversación. Parece que todos los realismos se han materializado para siempre, encima del tejado de enfrente, con aspecto de arcángel abatido (la belleza del rayo y del trueno; del olor a tierra mojada; del frescor y del anticristo que se empapa, encaramado en las tejas, es una realidad más auténtica que la de lo que no existe).

Dentro estás dentro de ti
entre tus cuatro paredes
fagocitado por ti mismo
mórbido

Dentro de ti dentro habitado

Un lamento rompe el falso silencio. El escalofrío que recorre tu espinazo hace vibrar el vaso que sostienes en la mano. Te quedas inmovilizado ante la puerta de tu habitación. (Eres otro yo, te percibes en negativo, en un entorno negro de objetos definidos por luminosidades blancas.) ¿Ha sido un gemido, un susurro perdido, o te has dejado sugestionar por un soplo de aire? Entras a oscuras. Tanteas con la mano que no llevas ocupada, buscando el interruptor de la luz. Tocas el pelo de muerta de la muñeca de escayola que está sobre la cómoda. Su tacto te provoca un estremecimiento. ¡Crash!. “¡Mierda, el vaso de agua…!”

Al Mar - Manel

Gymnopedie No. 1.

sábado, 28 de agosto de 2010

Buzzcocks- orgasm addict live subtitulado español




Invierno


Has quedado en un bar, a la salida del trabajo, con un amigo; le acompaña un tipo, que, según dice él, tenía ganas de presentarte hace tiempo. Pedís unos vinos. Afuera,

el fenómeno de la balearización
manifiesta ruidos dolorosos
rastros de alquitrán babosa
baldosas tristes
árboles animales enjaulados
cemento húmedo y frío

(El camarero languidece miserablemente, confinado en su encierro. Luz mortecina, lobreguez)… Te encuentras incómodo, pues hace mucho tiempo que perdiste la costumbre de ir de bares y alternar con la gente. Pero tu colega ha insistido tozudamente en presentarte al tipo que está con vosotros. Bebéis, os miráis… “¿De dónde has dicho que eres?”. “No lo he dicho”. “Pero no naciste aquí”. “Exacto”. “Es de”… Se suceden los comentarios insustanciales. De repente, tu amigo, dice algo completamente absurdo, extemporáneo, y te mira a los ojos, expectante, buscando tu respuesta; titubeas, la boca te sabe a polvo viejo, polvo del tiempo perdido

coleóptero recién clavado con un alfiler por mano precisa
miembros paralizados

y pronuncias algo manido, ridículo, casi inaudible, vencido, entregado… entregado a la viscosidad de los momentos triviales.

el viento el mar el invierno el polvo el polvo

jueves, 26 de agosto de 2010




Perforadora

Trakatrakatrak trakatrakatrak. La perforadora machaca tus sesos. Un líquido viscoso fluye de ellos y desemboca en tus oídos como pus. (Lascas de los pedos de la realidad te hieren los ojos con su luz invernal.) La desolada terraza del resort, frente al mar, entona una oda muda loando los licores concentrados en los vasos de tubo y la música chill-out agónica y la configuración serial de los entes vaciados, borrachos de náusea, atrapados en su mierda vital. Zombis muertos-muertos zombis. Agonizas pero abres los ojos: tú eres ella, la perforadora. Unicornio mecánico. Integrado molecularmente en la máquina. Trakatrakatrak. Chirrían tus ondas sonoras.

Third Stone from the Sun - from Jimi Hendrix to Johann Sebastian Bach

martes, 24 de agosto de 2010




Trabajo

Tu compañera duerme profundamente, desnuda, boca arriba; en esa posición, sus pechos, destapados, parecen más grandes, se extienden como flanes recién puestos en un plato. Te viene a la imaginación una fantasía que te obsesiona… Te excitas… Pero hay que ir a trabajar… Orinar, defecar, lavarse, afeitarse, vestirse, desayunar, cepillarse los dientes… El usual beso a la mujer que se despereza… “¡Hasta luego!”. La calle. Un gargajo flamea en el suelo, con luz propia, como un dios desfallecido. En verano, en el pueblo insular donde vives, cada día, de camino al trabajo, ves infinidad de autobuses repletos de turistas que sueñan que viajan: los aborta el amanecer. Son seres que buscan ser felices evadiéndose de su habitual vida rutinaria; aunque suelen fracasar en el intento, porque llevan la rutina oculta en sus equipajes, revuelta entre la ropa. En invierno, como hoy, no hay ni un alma por la calle; no obstante, se percibe por doquier la devastadora huella del turismo: La necrosis se extiende por el verde; los hoteles aparecen vencedores sobre la naturaleza como un tumor mortal. Se desprenden las retinas de la metáfora al clarear. Friccionas tu vida en la carretera… Contaminas tu vida en la carretera… Ruge tu coche la rabia del asfalto…

Se abre la vulva de tu madre pariendo las galaxias
los cuerpos toman cuerpo
la luz se dilata

lunes, 23 de agosto de 2010



LOS AMANTES DE POMPEYA

La luna era distinta hace un segundo
te iluminaba
entraba por la hendija como un sorbo.
Moriremos de amor amiga mía
presiento que un tropel desciende de las cumbres
siento su oleada tibia presionando mi espalda.
Moriremos de amor
todos los vientos llegan como una manotada
y yo cubro tu cuerpo lo incorporo
quiero aliviarme en ti.
Hace un segundo la luna era distinta
y no había ese susto en tu mirada.
Algo nos viene encima
ese sordo rumor es un presagio.
Cierra los ojos pronto amiga mía.
Es el amor que llega.

Odette Alonso


hasta hace poco tiempo yo quería ser escritor, entonces escribía cosas como ésta que iré publicando aquí en días sucesivos.






SALIDA




“No se puede salir cuando se ha entrado”
CIUDAD DEL HOMBRE: BARCELONA, José María Fonollosa







Entrada

Abres una ventana: es medianoche. Un vaho de soledad asciende hacia ti desde la calle. La leve luz de una farola permite que tus ojos diferencien algunos objetos de entre las sombras de tu escritorio. El ordenador, enfrente, aparece silencioso y metálico, destila una luz muerta. Arrastras los pies hacia tu dormitorio guiado en la semipenumbra por el débil brillo de la farola. De camino, se te derrama un poco de agua del vaso que tiembla entre tus dedos. Lo que más te gusta de esta vida es dormir, mientras duermes no perteneces a nadie, aunque estés soñando que eres un esclavo. Son una orgía de libertad los sueños. Hasta las pesadillas te liberan. El hombre debe tener derecho a dormir cuanto quiera y en el momento que le apetezca, sueles decir. Pero lo que te colma de placer, cuando realizas esa necesidad fisiológica, es sentir la prosaica sensación física, entre afligida y sana, que hormiguea en cada una de tus células al abrir los ojos y morir como durmiente. El umbral de un sencillo y amplio dormitorio, una música que se parece al silencio y un dulce olor a manzana. La persona que deseas, que idealizas, te dice: “Entra”.

sábado, 21 de agosto de 2010



un árbol
me dicta poemas
con su sombra

no estoy solo


Antonio Martínez i Ferrer
Senderos. Antología poética
Editorial CRECIDA, 2010

sábado, 14 de agosto de 2010




Dame la mano, amor mío, y partamos a los campos
para amarnos o caer juntos bajo las cuchilladas.
* * *
Ven a besarme sin pensar en el peligro. Si te matan, ¡qué importa!
Los verdaderos hombres mueren por el amor de una hermosa.
* * *
Mi amante quiere que lo abrace entre las ramas
Y yo trepo de rama en rama para darle mi boca.
* * *
¡Que el almuédano lance su llamada a la oración del alba,
no me levantaré mientras no quiera mi amante.
* * *
¡Rápido, amor mío, quiero ofrecerte mi boca!
La muerte ronda por la aldea y podría llevarme.


El suicidio y el canto: poesía popular de las mujeres pastún de Afganistán.
Bahodine Majrouh Sayd
Ediciones del Oriente y del Mediterraneo

sábado, 7 de agosto de 2010

Escalera de Odesa - requiem por un sueño





La silla de paseo


6:28 de la mañana
Sábado
Una mujer inmigrante
Empuja apresuradamente una silla de paseo
Por la avenida desierta
Frente a la estación

El bebé va tapado con un exiguo cobertor

Con las prisas
La mujer baja la silla bruscamente de la acera
Y un biberón rueda por el suelo

Hay una expresión de angustia
En los ojos de la madre
Mientras deja el carro a un lado de la calle
Y corre apresurada tras el biberón

6:29
Eso es todo
El relente entumece

Hoy tampoco habrá revolución

viernes, 6 de agosto de 2010





"Lo volvería a hacer"
"Era la forma más humana de acabar la guerra"


Theodore Van Kirk, el único de los tripulantes que aún vive del bombardero B29 Enola Gay


LOS JINETES DEL PENTÁGONO

A las doce vendrán llenos de espuma
ante ti dejarán coronas de humo
bajo el sol calaveras de caballos
con jinetes vestidos de esqueleto
contra ti lanzarán sus improperios
de siete en siete en formación marcial
desde Londres Berlín Washington Roma
en carrozas con swásticas y estrellas
entre animales con cabezas de hombres
hacia el mismo confín del orbe en llamas
hasta las catacumbas del infierno
para escarnio del ojo no vidente
por un río de sangre radiactiva
según ordenan las corporaciones
sin compasión sin compasión avanzan
so riesgo de vaciar el firmamento
sobre los inocentes escondidos
tras murallas de paja y de papel


Óscar Hahn

jueves, 5 de agosto de 2010




UNA OSADA Y DESLUMBRANTE VERDAD:

Nosotros, esta gente en un pequeño y solitario planeta.
Viajando a través de un espacio causal.
Más allá de las distantes estrellas, cruzando el camino de soles indiferentes
hacia un destino donde todas las señales nos dicen: Es posible e imperativo que descubramos una sorprendente e intrépida verdad.

Y cuando lleguemos a esto.
Al día de hacer la paz.
Cuando liberemos nuestros dedos.
Desde los puños de la hostilidad,
y permitamos al aire refrescar nuestras palmas.
Cuando las cortinas caigan en el show de odio de Minstrel,
y los rostros apesadumbrados por el desdén queden limpios.
Cuando los campos de batalla y el coliseo,
no arrebaten hijos e hijas únicas,
allá en los ensangrentados y maltratados pastos
para mentir en planes idénticos en tierras extranjeras.

Cuando los banderines ondeen con alegría.
Cuando las pancartas del mundo tiemblen
con fuerza, en la buena y limpia brisa.

Cuando lleguemos a esto.
Cuando dejemos caer los rifles de nuestros hombres,
y las niñas vistan sus muñecas con banderas de tregua,
y las minas de la muerte hayan sido removidas,
y los ancianos puedan caminar en tardes de paz.
Cuando el ritual religioso no es perfumado por el incienso de la carne quemada,
y los sueños de los niños no son maltratados con el despertar de pesadillas de abuso.

Cuando lleguemos a esto.
Entonces confesaremos que ni las Pirámides,
con sus piedras dispuestas con extraña perfección.
Ni los Jardines de Babilonia
colgando como belleza eternal
en nuestra memoria colectiva.
Ni el Gran Cañón
encendido con colores maravillosos
por los amaneceres de occidente.
Ni el Danubio fluyendo en su alma azulada dentro de Europa.
Ni el sagrado volcán del Monte Fuji
estrechándose hacia el sol naciente.
Ni el padre Amazonas ni la madre Mississipi, quienes, sin un favor,
nutren todas las criaturas de las profundidades y de las costas.
Estas no son las únicas maravillas del mundo

Cuando lleguemos a esto.
Nosotros, esta gente, en este minúsculo e inhospitalario globo,
que buscamos a diario la bomba, la espada, la daga,
y aún pedimos bajo la oscuridad por la paz.
Nosotros, esta gente en este foso de materia
en cuyas bocas permanecen palabras ariscas
que retan nuestra existencia.
Aún fuera de esas mismas bocas,
pueden emitir canciones de tan exquisita dulzura,
que el corazón titubea en su labor
y el cuerpo se aquieta en asombro.

Nosotros, esta gente, en este pequeño y cambiante planeta,
cuyas manos pueden golpear con semejante abandono,
que en un abrir y cerrar de ojos, la vida es drenada del vivo
y aún esas mismas manos pueden tocar con semejante ternura y poder curativo
que el cuello arrogante se siente feliz de hacer una reverencia
y la orgullosa espalda se regocija en agacharse.
Fuera de todo ese caos, de tal contradicción,
aprendemos que no somos demonios ni divinos

Cuando lleguemos a esto.
Nosotros, esta gente, en este incorregible e inestable cuerpo
creado en esta Tierra, de esta Tierra,
tenemos el poder de rehacer/ajustar esta Tierra.
Un clima donde cada hombre y cada mujer
puedan vivir libremente sin devoción santurrona
y sin miedo paralizante.

Cuando lleguemos a esto.
Debemos confesar que es posible para nosotros,
que somos milagrosos, la verdadera maravilla del mundo.
Eso será cuando y sólo cuando
nosotros lleguemos a eso.

Maya Angelou

martes, 3 de agosto de 2010



ESPOSADO


A la memoria de Saïd Mekbel


Esposado
Me llevaron

Ese compadre que abofetean
y lo golpean
con una pistola
en la sien
soy yo

Este poema que lees llorando
Eres tú
Y que relees de nuevo
Con el rostro adornado de escupitajos
Soy yo

Siempre eres tú el que rechazas
Y soy yo el que lee
estos versos incandescentes
maniatados en su furor

Basura, canalla, hijo de puta
Así aprenderás a componer poemas malos
para hacer reír a las multitudes

No es justo
Pues toma este golpe
y otro más
Y ve a decir a los piojosos de tu calaña
que a los polis les gusta la poesía
armada hasta los dientes


Hamid Skif