
André Bretón escribió que el acto
surrealista por excelencia
era salir a la calle armado
con un revólver y disparar sobre la gente.
Pero si el surrealista conoce
quién le llena la cartera de migas
quién le comprime el aire azulado de los bolsillos
quién le seca el grifo y marchita los congeladores,
quién le carga el hombro con el fantasmagórico
peso
de tantos años de sudor vendido,
a quién debe letras de un abecedario del robo
quién
le roba,
quién
lo manipula,
quién
lo explota,
quien
vive
del robo de su trabajo
sabrá a quién apuntar.
Voces del Extremo: Poesía y Realidad, VV. AA., Fundación Juan Ramón Jiménez, Moguer, 2003
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