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domingo, 4 de septiembre de 2011

dos poemas de Aaron Shabtai



NO, SAFO

La cosa más bella, dijo Safo, es aquel que amas.
No, Safo, digo yo. Aquel que amas no será bello
Mientras un contratista o corporación o compañía de personal chupe su sangre-
Con 15 siclos por hora no hay futuro para la belleza.
Déjame sacarte de la cabeza la basura con que te han alimentado.
Anaktoria no será bella si la obligan a trabajar como prostituta,
Attis no trenzará flores si cierran la fábrica y la trasladan a El Cairo.
Por lo tanto, lo más bello, la precondición de la belleza, es la lucha de clases.
Tenías razón. Ni jinetes ni fuerzas armadas, ni buques de guerra,
Pero cuando prevalecen la solidaridad de los trabajadores, la cooperación y la igualdad
Entonces los cielos y la tierra se besarán en los ojos de mi amada.
Por lo tanto, no es entre los escritores, ni entre los docentes ni en un concierto
Que encontrarás hoy la belleza, sino en los sindicatos:
Los basureros, los camiones de la basura, Safo, son la cosa más bella.



LA POLÍTICA

Para Tanya Reinhart

Tus brazos que beso donde se encuentran con el pecho,
tus piernas blancas que echan ramas como lianas, con el amuleto del sexo
la vasta llanura de tu vientre, tus ojos, tus labios y tu cuello—
son la benevolencia, la hermandad, la vibrante revelación de la verdad;
son la justicia, la igualdad, la libertad de querer y pensar;
son la donación de la oportunidad, el trabajo que es amor.
Cuando levantas tus rodillas avergüenzan la tiranía, la vulgaridad y el odio;
son la rectitud y la sinceridad, el orgullo que no rebaja nada;
son lo comunitario revelado en lo personal —el deseo de compartir;
son la revuelta contra toda la idiotez, contra toda la ignorancia y la mojigatería
son el placer de dar, de obtener, de tener suficiente;
son la belleza que no puede comprarse con dinero, sino sólo con alegría;
son lo que se opone a la opresión, a la ocupación, a la explotación
[—son la dicha de la moral;
son la afinidad, la fe, la devoción que no contiene temor;
la disponibilidad de las necesidades básicas, de la educación, del
[reconocimiento de la dignidad mutua;
Son el derecho a la huelga, al ocio, a protestar, a oponerse.
Todo lo que es bueno y digno de la humanidad está aquí para verlo y tocarlo,
y ésta, ésta es mi política —de miembros suaves— echada en la cama frente a mí.


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